Las vacunas en nuestras mascotas, al igual que en nosotros, ayudan a mantenerlas con anticuerpos adecuados para combatir las enfermedades virales más frecuentes y complicadas que las pueden afectar.  Ayudan para que no enfermen de estas y, si llegan a hacerlo, la enfermedad será mucho más leve al estar preparados.

Estas tienen un tiempo de actividad específico, que una vez que termina, dejan de hacer efecto y quedan expuestos a estas enfermedades. Por esto es importante mantener su calendario de vacunas al día.

En perros debemos tener al día la vacuna óctuple o séxtuple por cubrir gran cantidad de enfermedades virales serias en esta especie; y además la antirrábica, que es obligatoria en nuestro país. También existe la vacuna contra la traqueobronquitis (tos de las perreras) que es optativa, pero muy recomendable de colocar, ya que es una enfermedad muy contagiosa entre perritos y pueden llegar a hacer cuadros graves si enferman. Todas estas se deben repetir de forma anual en adultos.

En gatos debemos tener al día la vacuna triplefelina para cubrir 3 graves enfermedades virales (Rinotraqueítis, calicivirus y panleucopenia); y además la antirrábica, que es obligatoria en nuestro país. Existe también la vacuna para la leucemia, que se usa en gatos que viven o vivirán con acceso al exterior, ya que es una enfermedad muy contagiosa entre gatitos.

Debes fijarte en la lista de ingredientes, en general los primeros que aparecen son los que más trae. Lo ideal es que los primeros ingredientes sean de origen animal ya que nuestras mascotas son carnívoras (perros carnívoros oportunistas; gatos carnívoros estrictos) lo que significa que fisiológicamente es la base de su nutrición.

Privilegiar los que tengan poco o nulos carbohidratos complejos (maíz, trigo, arroz, almidón, soya, etc) ya que no los digieren tan bien, sobre todo si están ultra procesados.

También podemos elegir en cuanto a la fisiología específica y etapa de vida de nuestra mascota, hay alternativas para razas grandes, medianas o pequeñas, animales jóvenes, adultos o seniors, si tienen alguna enfermedad en específico puedes elegir alguna alternativa que te recomiende tu veterinario.

¡Claro que sí! La alimentación natural entrega los nutrientes más frescos y menos procesados a diferencia de los extruidos (o pellet), lo que genera menos problemas de salud a largo plazo. Además, se pueden elegir los ingredientes que realmente necesita tu mascota para alcanzar el máximo potencial genético optimizando su salud, energía, calidad de vida y longevidad. 

El riesgo está en no asesorarte por un veterinario especialista o no seguir los controles que este te indique, ya que requiere de seguimiento para ir haciendo cambios que quizás tu mascota necesite de forma individual en su dieta y esta quede bien balanceada. Si no te asesoras bien, podrías generar serios problemas de salud a corto y/o largo plazo en tu regalón sin quererlo. Si lo haces, ¡hazlo bien! Si no, mejor quédate con un buen pellet.